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Destino manifiesto

Estados Unidos Señalan Por medio de una banderaEstados Unidos y el Destino Manifiesto

Jamás ha existido una nación que no tuviera un sentido de destino o propósito nacional.

El Destino Manifiesto—una frase utilizada por los líderes y políticos en la década de 1840 para explicar la expansión continental de Estados Unidos—revitalizó el sentido de "misión" o de destino nacional para los estadounidenses.

La gente de Estados Unidos sentía que su misión era la de inculcar en los demás las "fronteras de la libertad", impartiendo su idealismo y su fe en las instituciones democráticas a aquéllos que eran capaces de gobernarse a sí mismos. Esto excluía a la gente que era percibida como incapaz del gobierno autónomo, como los indios americanos y aquéllos que no eran de origen europeo.

Pero hubo otras fuerzas y planes políticos que también ejercieron su influencia. A medida que crecía la población de las 13 colonias originales y se desarrollaba la economía estadounidense, también aumentaban el deseo y los intentos de expansión hacia nuevas tierras. Para muchos colonos, las tierras representaban ingresos, riqueza, autosuficiencia y libertad potenciales. La expansión hacia las fronteras occidentales les ofrecía oportunidades para avanzar.

Para comprender el Destino Manifiesto, es importante entender la necesidad y el deseo de expansión de Estados Unidos. Los puntos que siguen ilustran algunas de las presiones económicas, sociales y políticas que promovieron la expansión estadounidense:

Imagen de Ciudad de México temprana El sueño de México: La Nueva España

Mientras que Estados Unidos ponía en marcha la búsqueda de su Destino Manifiesto, México enfrentaba circunstancias muy diferentes como incipiente país independiente.

México logró su independencia de España en 1821, pero sufrió terriblemente con esa lucha. La guerra causó enormes cargas económicas, y la recuperación fue difícil. Los primeros intentos de la nación en ciernes para crear un nuevo gobierno incluyeron colocar al país bajo la autoridad de un emperador. En 1824, la monarquía fue derrocada y se formó una república constitucional. Pero las luchas internas entre las diferentes facciones políticas—como los partidos centralistas, federalistas, monarquistas y republicanos—agotaron aún más la energía y los recursos del país. La existencia de estas facciones políticas provocó nuevas luchas al intentar cada una asegurar el poder.

México ganó vastos territorios en el norte con su independencia de España. Estas tierras fronterizas tenían una población muy escasa, así que en medio de sus luchas políticas internas y sus déficits económicos, México también tenía el reto de colonizar esos territorios y defender sus fronteras.

La protección y colonización de los territorios norteños mexicanos resultaron ser algo casi imposible para este tambaleante país: