Batallas de la Guerra
La Batalla de Cerro Gordo
En abril de 1847, el general estadounidense Winfield Scott retiró su ejército de Veracruz y se trasladó por el camino nacional hacia el interior. Las fuerzas mexicanas al mando del General Antonio López de Santa Anna ocuparon el paso de montaña estratégico de Cerro Gordo para bloquear el camino. El choque de los dos ejércitos del 18 de abril fue el comienzo de una serie de victorias estadounidenses que, finalmente, culminaron con la toma de la Ciudad de México.
Santa Anna se posicionó en un punto en que el camino nacional sube el altiplano cerca de Jalapa atravesando un desfiladero angosto dominado al oeste por dos cerros principales: la Atalaya y el Telégrafo o Cerro Gordo. Doce mil soldados mexicanos se atrincheraron para bloquear el camino y esperaron a los estadounidenses. La vanguardia de la fuerza estadounidense de 10,000 hombres llegó el 11 de abril y envió a un grupo de reconocimiento a explorar el terreno para evaluar la posición del enemigo. Concluyeron que la única opción era realizar un costoso ataque frontal hasta que un reconocimiento realizado el 17 de abril por el capitán Robert E. Lee reveló que Santa Anna confiaba que el terreno situado a su izquierda sería infranqueable y, por lo tanto, tácticamrnte sólo sería defendido en forma somera.
El 18 de abril, Scott ordenó al general David Twiggs que dirigiera 7,000 hombres hacia el flanco izquierdo mexicano siguiendo el camino descubierto por Lee, mientras una fuerza más pequeña de unos 3,000 hombres, al mando del general Gideon Pillow, presentaría batalla contra el frente mexicano. El General Santa Anna, alertado por un desertor del ejército estadounidense sobre el plan de su país, reposicionó sus fuerzas para interceptar el ataque de Twiggs. No obstante, los estadounidenses rodearon a las líneas mexicanas, cortaron su línea de retirada y tomaron su campamento. Las fuerzas de Santa Anna, temiendo quedar sitiadas, huyeron. Las tropas estadounidenses mataron o hirieron aproximadamente a 1,000 soldados mexicanos y capturaron a otros 3,000, además de haberse apropiado de la artillería, el equipamiento y los pertrechos del ejército de Santa Anna. Las bajas estadounidenses fueron de poco más de 400 hombres.